Las conservas son sin duda unas grandes aliadas en nuestra alimentación. Pero debemos escoger siempre las que garanticen calidad y frescura.
Para que una conserva sea de calidad, la materia prima debe ser la mejor. Comprar conservas de origen o productos de cercanía, es garantizar frescura, calidad y un gran sabor. Por lo tanto, antes de comprar un producto debes saber de dónde proviene y el lugar en que se elaboró.
A la hora de elegir es clave tener en cuenta estos aspectos fundamentales:
En primer lugar siempre, una lata de conserva al natural. En el caso de elegirlas en aceite, éste debe de ser de calidad, preferiblemente de oliva virgen. Y en segundo lugar, fijarnos en la calidad del producto que contiene.
En España hay una variedad sorprendente en el mercado de conservas de legumbres, algunas frutas y hortalizas y su calidad es tal, que son dignas de ocupar los platos de un auténtico gourmet.
Al seleccionarlas, no solamente debemos tener en cuenta la estética del producto, también es de suma importancia el valor de su contenido. El envase correcto es metal o terrina de cristal, ordenado para que el consumidor lo extraiga con facilidad.
También debemos tener en cuenta las garantías de conservación, como que el envase impida el ingreso del aire, resiste la luz o las diferentes temperaturas, entre otros. También es importante que el color sea uniforme y evitar todos aquellos de colores brillantes o llamativos, dado que no te garantiza calidad.
Por poner un ejemplo, los espárragos de Navarra se obtienen por un proceso de envasado con gran sello de calidad, dado que son cosechas pertenecientes a zonas como Aragón, La Rioja y Navarra, zonas geográficas protegidas. Observa su etiqueta y elige este tipo.
La conserva de alcachofa mantiene toda la esencia de la llamada «flor de las verduras», envasando la textura y el sabor tan característicos en este vegetal. La en un vegetal insustituible y su particular sabor aporta un toque amargo muy personal a la cocina española.
Elige siempre que puedas, las de pequeño tamaño. A la hora de la cocción, demasiado tiempo al fuego puede perjudicar tanto su sabor como su aspecto, por lo que lo más recomendable es dejarlas «al dente».
Otra conserva de las más solicitadas en el mercado es la de de pimientos del piquillo. Un producto que hace uso de una preparación tradicional. Este alimento asado se puede usar en una gran variedad de recetas, siendo de mucha utilidad para los amantes de la cocina que siempre buscan preparar platos nuevos. Además, se puede ahorrar bastante tiempo, dado que no hay que prepararlos desde cero.
Los envases de conservas por lo tanto, ayudan a mantener cualquier alimento en buen estado, fresco e intactos y no olvides que mantienen sus propiedades nutricionales como, por ejemplo, las proteínas.