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Delicatessen

Al hablar de Delicatesen nos referimos una selección de productos de alta gastronomía. Es un término de origen  alemán que hace referencia a un tipo de establecimiento en el que se sirven productos exquisitos y refinados. Se compone de dos partes, delicat (delicado) y essen (alimento).

Haciendo un poco de historia, fue la compañía “Dallmayr” el primer  delicatessen creado. En 1700, se convirtió en la primera tienda de importación de plátanos, mangos y ciruelas a la población alemana de lugares lejanos como las Islas Canarias y de China.

 A partir de ahí, Hoy día, las tiendas “delicatesen” son espacios donde se sirven productos exquisitos, a veces de ediciones limitadas o de factura  artesanal. Pero, siempre, de gran calidad.

También utilizamos el término “delicatesen” para referirnos a productos que se venden en estos mismos establecimientos. En muchos lugares se les llama también productos “gourmet”, pero no debemos confundir los términos.

 En general, podemos decir que podemos decir que un producto es una “delicatesen” cuando:

En su etiqueta se describe su procedencia, o en el caso de España se certifica su Denominación de Origen, así como el tratamiento que ha tenido hasta ser envasado.

 Está fabricado con ingredientes siempre naturales y de alta calidad.

Se certifica que se ha apostado por lo artesanal y por respetar la tradición.

Su empaquetado permite ver el producto con claridad.

Una mermelada, un queso, un paquete de café...Todos pueden ser delicatesen, no siempre nos referimos a productos caros como el caviar o el foie.

Los productos delicatessen son difícilmente imitables, están fabricados con ingredientes muy específicos que no están al alcance de todo el mundo. Por varios motivos; Puede que se trate de una exclusividad geográfica o de un proceso de elaboración atípico o alimentos tan exóticos que no podrás conseguir fácilmente en tu mercado local.

Por lo tanto cualquier producto que tenga calidad y se certifique su procedencia y manufactura es delicatesen y se distingue así de sus equivalentes más económicos o de menos calidad que lo único que tienen en común con ellos es el nombre.